Segundas Partes Entre Suicidas Testo
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Testo Segundas Partes Entre Suicidas
Es una tarde de capricho en soledad, que yo te llamo tu decides contestar. Poco has tardado en olvidar lo que te han dicho tus amigos de verdad.
Que aquella niña con la que salias va perdiendo tuercas al bailar, rompiendo sus seis cuerdas al cantar, atando su cordura al andar.
Por el camino de la prisa al entonar todas las notas que improvisa sin pensar, que ni la radio sintoniza este canal de una canción sin aliñar.
Y que desastre son las despedidas que acaban en besos de amante a escondidas, que se consume como una colilla cuando solo queda una humilde ceniza.
Que las recaídas son de mentira, segundas partes entre suicidas. Siempre hay un cobarde disfrazao' de arpía, que al otro amará sin piedad ni medida.
Que es una tarde de domingo y tempestad. Ya no te escribo porque se que otra lo hará. Que son las siete y de camino al cine estás, si no has enloquecido ya.
Que aquella niña que a tus mil demonios ah un día con su espada fue a matar, rendida espera frente a tu portal, atando su cordura al andar.
Por el camino de la prisa al entonar todas las notas que improvisa sin pensar, que ni la radio sintoniza esta canal de una canción sin aliñar.
Y que desastre son las despedidas que acaban en besos de amante a escondidas, que se consume como una colilla, cuando solo queda una humilde ceniza.
Que las recaídas son de mentira, segundas partes entre suicidas. Siempre hay un cobarde disfrazao' de arpía que al otro amará sin piedad ni medida.
Y que desastre son las despedidas que acaban en rejas de comisaría. Y es que se confunden dos almas pérdidas cuando solo queda una noche furtiva.
Que las recaídas son de mentira, segundas partes entre suicidas. Quizás soy cobarde, aunque no te lo diga y en forma de verso quizá te lo escriba
Que aquella niña con la que salias va perdiendo tuercas al bailar, rompiendo sus seis cuerdas al cantar, atando su cordura al andar.
Por el camino de la prisa al entonar todas las notas que improvisa sin pensar, que ni la radio sintoniza este canal de una canción sin aliñar.
Y que desastre son las despedidas que acaban en besos de amante a escondidas, que se consume como una colilla cuando solo queda una humilde ceniza.
Que las recaídas son de mentira, segundas partes entre suicidas. Siempre hay un cobarde disfrazao' de arpía, que al otro amará sin piedad ni medida.
Que es una tarde de domingo y tempestad. Ya no te escribo porque se que otra lo hará. Que son las siete y de camino al cine estás, si no has enloquecido ya.
Que aquella niña que a tus mil demonios ah un día con su espada fue a matar, rendida espera frente a tu portal, atando su cordura al andar.
Por el camino de la prisa al entonar todas las notas que improvisa sin pensar, que ni la radio sintoniza esta canal de una canción sin aliñar.
Y que desastre son las despedidas que acaban en besos de amante a escondidas, que se consume como una colilla, cuando solo queda una humilde ceniza.
Que las recaídas son de mentira, segundas partes entre suicidas. Siempre hay un cobarde disfrazao' de arpía que al otro amará sin piedad ni medida.
Y que desastre son las despedidas que acaban en rejas de comisaría. Y es que se confunden dos almas pérdidas cuando solo queda una noche furtiva.
Que las recaídas son de mentira, segundas partes entre suicidas. Quizás soy cobarde, aunque no te lo diga y en forma de verso quizá te lo escriba
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