Puñetazos De Ausencia Testo

¿Qué te parece si esta tarde damos vueltas?
Entre las sábanas abiertas...
Te propongo el manicomio y perdenos en su puerta
por si amamos con locura que al menos nos quede cerca
¿Qué te parece si vuelves a aparecer?
LLevo la misma camisa y tu llevas el mismo exceso...
Y en el proceso nos volvamos a caer...
Por el peso de tu risa o por mi prisa por tu beso.
Si lo prefieres lo haces a tu manera:
Yo siendo como tú quieres, tú siendo como Dios quiera. Yo jugando a ser marea por tu boca de pantera.
Tú esperando que me crea que no muerdes a cualquiera.
¿Qué tal si borro mi recuerdo de tu tez?
y pasas con timidez... haciendo que te despistas.
Y me conquistas con la misma rapidez...
en que yo siento otra vez...
Amor a primera vista
Y así te aparco la mirada en doble fila...
y tu pupila deja azul a un transeúnte
que se pregunta si las nubes ya eran lilas
Mientras me miras sin que el cielo nos pregunte.
¿Qué tal si envuelves tu presencia con un lazo?
y me la dejas justo al lado de mi mesa...
Para que rompa tu regalo en 1000 pedazos
y me devuelvas tus abrazos por sorpresa
Sigo abrazando una ilusión
Alimentando nuestro adiós
un último despertar
que engañe a la realidad
Vivir soñando otro final ¿Qué te parece si escapamos de rutinas?
Y arrancamos el fragmento donde el cuento se termina
y tú caminas por la cera de una vela submarina
Y yo navego por la tierra de una hiedra que germina.
Mientras te digo que el amor me dura poco
y tú me dices que contigo me equivoco.
Que fueron otros los verdugos de la culpa
y que el error no estuvo nunca bailando junto a nosotros dos
¿Y si volvemos a nacer siendo más locos?
o me disloco los huesos donde no tocan...
Para aprender a darte un beso con los ojos
y a saber como es el rojo tras el iris de tu boca.
Que me quiere dar un pésame y no un bésame
porque le compensa más:
Un déjame que un piénsame
Un cállame que un háblame
Un piérdeme que un llámame
Entonces... es unánime despedirla en silencio
Y la pierdo en el murmullo... del vágon que busca un tren
Cómo el prófugo del trullo que hizo suyo a su rehén
y aunque siempre he sido tuyo sé que tú no fuiste quién
para destrozar mi orgullo porque pensándolo bien...
Si me envolvieran tu presencia con un lazo...
No esperaría que es tu abrazo por sorpresa
Porque al abrirlo sólo vería los pedazos...
del puñetazo de tu ausencia por mi mesa.
Sigo abrazando una ilusión
Alimentando nuestro adiós
un último despertar
que engañe a la realidad
Vivir soñando otro final